Cultura
‘On the Moonlight’, un concierto que llevó el ritmo y la elegancia al TAP
El concierto ‘On the Moonligth’, estelarizado por la mezzosoprano Sarah Holcombe llevó al Teatro Ángela Peralta ritmo, elegancia y sorpresas
MAZATLÁN. – Sarah Holcombe lo hizo de nuevo en el concierto On the Moonlight, en donde hubo ritmo, elegancia, romance y glamour al interior del teatro Ángela Peralta.
Ante un teatro lleno, Sarah Holcombe junto a la Camerata Mazatlán y el Coro Ángela Peralta, ofreció un concierto completo, en una inspiración entre la poesía, en un tributo a la época dorada del Big Band.
Con arreglos musicales elegantes de Gerson Leos, cada canción fue un viaje sonoro por los grandes éxitos del repertorio universal, pero reinterpretado con la Camerata Mazatlán bajo la dirección del maestro Sergio Freeman.
El repertorio, desde O Sole Mio hasta Fly me to the Moon, What a Wonderful World, New York y el nostálgico A mi manera, brilló y la mezzosoprano se adueñó del escenario con una voz profunda, sedosa y expresiva.
Cantó tambien Torna Surriento, Júrame, Stranger in the Night y The Way You Look Tonight dejó al público extasiado, en algunas acompañada de la soprano Rebeca de Rueda, en Stranger in the Night; el tenor Eduardo Tapia en Fly Me to the Moon y Reloj; José M. Valenzuela en What a Wonderful World y Te quiero dijiste.
El Coro Ángela Peralta, dirigido por María Murillo, fue el alma coral del evento, enriqueciendo con texturas sonoras temas como Granada y Júrame, mientras el pianista Sergio Castellanos brindó cimientos musicales sólidos y delicados.
Además, la Compañía de Ballet hizo de las suyas con las coreografías que embellecieron con precisión y poesía cada tema.
Las luces, los aplausos, las sonrisas y los abrazos convirtieron el escenario en un salón de baile suspendido en el tiempo. Una noche donde el pasado y el presente se abrazaron a ritmo de swing, bolero, jazz y balada, bajo la luz hechicera de una luna que, en Mazatlán, siempre brilla más fuerte.
On the Moonlight fue más que un concierto, fue una experiencia sensorial, una postal sonora y visual de una época en la que el arte se vestía de gala… y la música, simplemente, enamoraba.
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