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Familias mazatlecas acampan en el malecón para el primer desfile del Carnaval
Entre sillas, cobijas y mucha emoción, resguardan sus lugares con días de anticipación
MAZATLÁN.- En Mazatlán, asegurar el mejor lugar para ver el primer desfile del Carnaval es casi un ritual. Desde días antes, familias enteras se instalan a lo largo del malecón con sombrillas, sillas, cobijas y hasta bocinas para amenizar la espera.
Jonathan y Zulema, como cada año, llegaron desde el viernes por la mañana para apartar su espacio a la altura de la torre Sthelare.
Armados con todo lo necesario para soportar las inclemencias del tiempo el sol intenso del día y el frío de la madrugada se acomodaron junto con otros familiares, algunos de los cuales viajaron desde Estados Unidos para no perderse la fiesta.
“Pensaban que este año no vendrían, pero al final sí se animaron”, comentó Zulema, emocionada por compartir otra edición del Carnaval con los suyos.
Para resistir más de 48 horas en la espera, la familia se organizó en turnos para vigilar el sitio.
“Nos turnamos en la noche porque estuvo helado, corría mucho aire, pero todo vale la pena por el espectáculo”, dijo Jonathan.
Un ambiente de convivencia y fiesta
A medida que se acercaba el mediodía del domingo, el malecón comenzó a llenarse de más familias y turistas, todos con el mismo objetivo: asegurar el mejor lugar para disfrutar del desfile.
Las sombrillas de colores, las carpas improvisadas y las filas de sillas de todos tamaños transformaron la franja costera en una gran zona de picnic.
La espera se convirtió en un momento de reunión, con familias compartiendo alimentos, bebidas y música. Algunos llevaron bocinas para animar el ambiente, mientras los niños jugaban a la orilla del malecón.
El Carnaval de Mazatlán no solo es una fiesta de carrozas y espectáculos, sino también una celebración de tradición y unión familiar. Y para quienes acampan días antes, cada año es una aventura que vale la pena repetir.