¿Se ve AMLO en el Senado? De que se trata las senadurías vitalicias a expresidentes

CIUDAD DE MÉXICO.- El senador de Morena, Alejandro Rojas Díaz-Durán, presentó una iniciativa que busca otorgar a los expresidentes de México la posibilidad de ocupar un escaño en el Senado de la República durante un periodo de seis años, sin necesidad de ser elegidos en procesos electorales, aunque sin recibir salario por sus funciones parlamentarias y manteniendo el fuero constitucional. 

La propuesta de reforma al artículo 56 de la Constitución establece que «Integrarán la Cámara de Senadores los expresidentes de la República que hubiesen sido electos democráticamente o se hayan desempeñado como sustitutos, por un periodo improrrogable de seis años inmediatos a la terminación de su encargo». 

Es importante destacar que esta reforma, de ser aprobada por mayoría calificada en la Legislatura actual, no se aplicaría retroactivamente a expresidentes anteriores, como Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón o Vicente Fox. Sería aplicable exclusivamente al actual presidente, Andrés Manuel López Obrador. 

Además, los expresidentes que se beneficien de esta reforma tendrán la opción de no ejercer su derecho a ocupar un escaño en el Senado y, en caso de hacerlo, no formarán parte del quórum legislativo, lo que significa que no estarán obligados a asistir a las sesiones ni a recibir remuneración por su labor parlamentaria. Tendrán derecho únicamente a participar en los debates y no podrán ser sancionados por sus opiniones expresadas en el Senado. 

Rojas Díaz-Durán, un senador cercano a Ricardo Monreal, argumentó que esta reforma tiene como objetivo aprovechar la experiencia y el conocimiento de los expresidentes una vez que concluyan su mandato presidencial. 

La iniciativa se inspira en la idea de las senadurías vitalicias que existen en países como Paraguay o Italia, donde expresidentes tienen la oportunidad de seguir contribuyendo al ámbito legislativo después de su mandato ejecutivo. 

La propuesta de Rojas Díaz-Durán ha generado un debate significativo en la esfera política mexicana, ya que plantea cuestiones importantes sobre la participación de expresidentes en la vida política del país después de su mandato y su relación con el poder legislativo. 

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