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En los últimos cinco días, el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, ha sido el foco de intensas críticas y controversia debido al escándalo en el que se vio involucrado durante la final de la Copa del Mundo Femenil.  

Rubiales, exfutbolista nacido en Las Palmas, ha estado bajo un fuerte escrutinio público, y en una Asamblea Extraordinaria convocada este viernes, dejó en claro su determinación de no dimitir a pesar de las crecientes críticas en su contra. 

El incidente en cuestión ocurrió durante la celebración del título mundial el pasado domingo, donde Rubiales protagonizó un beso en la boca con Jenni Hermoso, la delantera de la selección española. Sin embargo, Hermoso ha desmentido las explicaciones ofrecidas por el presidente de la RFEF.  

A través de un comunicado emitido por FUTPRO, la jugadora dejó claro que «en ningún momento» consintió el beso y que, contrario a lo que se ha dicho, ella buscó alzar al presidente en lugar de permitir la acción. 

La postura de Hermoso ha sido respaldada por un centenar de jugadoras, incluyendo las 22 campeonas del mundo en Australia junto a Hermoso. En el comunicado conjunto, expresan su apoyo a la jugadora del Pachuca mexicano y condenan de manera categórica la conducta de Rubiales, que consideran un atentado contra la dignidad de las mujeres. 

Este no es el primer episodio de polémica en el que se encuentra involucrado Luis Rubiales. El presidente de la RFEF ha sido objeto de controversia en varias ocasiones anteriores, desde conversaciones filtradas en las que denigra a equipos como el Atlético de Madrid, Sevilla y Valencia, hasta rumores sobre orgías financiadas con fondos de la RFEF. 

Fue un beso consentido, dijo Rubiales 

En la Asamblea Extraordinaria, Rubiales se mantuvo firme en su posición, descartando cualquier intención de renunciar a su cargo a pesar de las presiones políticas, sociales y deportivas que enfrenta.  

El presidente de la RFEF afirmó que el beso con Jenni Hermoso fue consentido, describiendo el contexto en el que ocurrió. Según sus palabras, Hermoso le habría «levantado del suelo», entrelazando sus piernas y compartiendo un abrazo, en el que según él, se dio el beso. 

El escándalo continúa desatando fuertes reacciones en la comunidad deportiva y más allá, planteando cuestionamientos sobre el comportamiento de los líderes en el mundo del fútbol y la importancia del respeto y la igualdad de género en el deporte y la sociedad en general. La situación sigue en desarrollo mientras la RFEF busca lidiar con las consecuencias de este escándalo.  

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