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‘El silencio de los corderos’, el ejemplo de un buen thriller
Con solo 19 millones de dólares de presupuesto, El Silencio de los Corderos ganó cuatro óscares, uno como Mejor Película
No cabe duda que antes se hacían muy buenas películas, y un claro ejemplo es «El Silencio de los Corderos», filme que con solo 19 millones de dólares de presupuesto, pero con una muy buena premisa, guion y trama, ha logrado permanecer a través de los años, entre las mejores producciones cinematográficas de todos los tiempos.
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«El Silencio de los Corderos» se estrenó en 1991 logrando recaudar hasta 272 millones de dólares brutos globales, cifras asombrosas para su época. Y aunque Hannibal, la secuela, llegó diez años después, y tras ella Dragón Rojo (2002), Hannibal, el origen del mal (2007), la serie Hannibal (2013-2015) y la serie de CBS, Clarice, ninguna ha logrado estar a la altura de El silencio de los corderos.
Jonathan Demme como director, Ted Tally como guionista, Jodie Foster y Anthony Hopskins, fueron la mezcla perfecta para que las cosas se hicieran bien.
«Jodie encabezó la tarea de llevar el tema de la película, una mujer joven que se abre camino a través de un ecosistema dominado por hombres para salvar la vida de otra mujer joven, a un vívido enfoque cinematográfico», relató en su momento Demme a The Hollywood Reporter.
El éxito fue tal que se convirtió en un revolucionario thriller criminal capaz de hacer que el cine de terror arrasase en los Oscar. El silencio de los corderos es una obra maestra del suspenso que se llevó cinco premios Oscar, dos para sus dos protagonistas y el premio más importante del año, el de Mejor Película.
¿De qué trata El Silencio de los Corderos?
El FBI busca a «Buffalo Bill», un asesino en serie que mata a sus víctimas, todas adolescentes, después de prepararlas minuciosamente y arrancarles la piel. Para poder atraparlo recurren a Clarice Starling (Jodie Foster), una brillante licenciada universitaria, experta en conductas psicópatas, que aspira a formar parte del FBI. Siguiendo las instrucciones de su jefe, Jack Crawford, Clarice visita la cárcel de alta seguridad donde el gobierno mantiene encerrado al Dr. Hannibal Lecter (Anthony Hopkins), antiguo psicoanalista y asesino, dotado de una inteligencia superior a la normal. Su misión será intentar sacarle información sobre los patrones de conducta del asesino que están buscando.
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