Inmortalizan al artista Antonio López Sáenz en una escultura

MAZATLÁN.- Antonio López Sáenz quedará para la eternidad en una escultura que se hizo en su honor dentro del teatro Ángela Peralta, dejando huella por sus años de trayectoria como uno de los artistas plásticos más importantes del puerto, no solo en lo local, sino en el plano internacional.  

La obra fue plasmada por el escultor Josué Arámburo Zamora, quien, por meses de trabajo le dedicó a pulir el rostro del artista que será instalada, en algunos días, sobre la entrada principal del teatro para que sea conocida por locales y turistas.  

José Ángel Tostado Quevedo, director del Instituto Municipal de Cultura, mencionó que este será el primero de muchos artistas mazatlecos que sean inmortalizados, pero también, artistas foráneos que han dejado huella y han ayudado a Mazatlán.  

“Este es el interés principal, el reconocimiento de los que han posicionado a nuestro puerto, un puerto lleno de arte, de cultura, eso es lo que lo hace más grande y para mí es un gusto muy grande dar este reconocimiento”, declaró.  

Por su parte, Víctor López, sobrino de Antonio López Sáenz, expresó que dejar una escultura de su tío para las futuras generaciones es llenar una página más de la historia del puerto, lugar que vio nacer y crecer al artista plástico.  

“El maestro López Sáenz les manda un cordial saludo y agradecimiento por este homenaje y exhibición de 5 de sus 15 obras de diferentes técnicas”, añadió.  

Y es que no solamente se inauguró su escultura, desde hoy hasta el 29 de abril, desde las 9:00 hasta las 16:00 horas, se montó una exhibición en Casa Haas, para que la gente conozca su obra de primera mano.  

El acceso será gratuito y en caso de incrementar su afluencia, los horarios de la exhibición se ampliarán hasta las 19:00 horas.  

¿Quién es Antonio López Sáenz?  

Antonio López Sáenz nace en 1936 en el puerto de Mazatlán; pintor y escultor que ha plasmado el sabor de nuestra tierra en lienzos, barro y bronce. 

Su tierra es la mayor fuente de inspiración y está plasmada en cada pincelada de su obra. 

En manos de López Sáenz las tinturas cobran forma de mujeres, hombres, barcos, mar y están llenas de vida, música de banda, beisbol y carnaval. 

Los cuadros de López Sáenz son postales, llenas de memoria y añoranza; el mismo ha referido que pinta con lo que ha visto desde niño: los paisajes, los estampados de los vestidos de su mamá y sus tías que se reunían por las tardes a platicar sentadas en poltronas. 

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