Cultura
De Mazatlán a la CDMX, Careaga lleva el teatro con identidad
Desde Mazatlán, Alejandro Careaga conquista la escena teatral nacional con obras que transforman sus vivencias en historias honestas, sensibles y profundas
MAZATLÁN (Redactado por Edith Villaseñor).- Desde el puerto de Mazatlán hasta los escenarios de la Ciudad de México, Alejandro Careaga ha demostrado que el talento sinaloense también puede conquistar la escena teatral nacional.
Actor, dramaturgo y creador integral, Careaga ha hecho de sus propias vivencias una materia prima para contar historias llenas de sensibilidad, humor y verdad.
Formado en el Centro Municipal de las Artes del Instituto de Cultura de Mazatlán, Alejandro descubrió desde joven que el teatro era su refugio y su herramienta para comprender el mundo.
En su etapa inicial, exploró relatos inspirados en la vida cotidiana de su entorno: las relaciones familiares, los silencios, los sueños que nacen lejos de los grandes escenarios.
Su llegada a la Ciudad de México marcó el inicio de un nuevo capítulo: el de un artista que busca abrirse paso en un espacio competitivo, pero que conserva su identidad. Su voz, profundamente sinaloense, se distingue por la honestidad con la que transforma sus experiencias personales en propuestas teatrales que conectan con públicos de todas partes.
Historias que tocan fibras
Con su ópera prima, “Años Sabáticos”, Careaga debutó como dramaturgo, director y actor, logrando presentaciones con lleno total en espacios como el Centro Cultural El Hormiguero y El Círculo Teatral de la CDMX. La obra fue aplaudida por su tono íntimo, su lenguaje directo y su capacidad de hacer del teatro un espejo emocional.
Entre los proyectos que actualmente tiene en desarrollo se encuentran:
- Bocados, que aborda las crisis emocionales de los jóvenes adultos, el peso del éxito y las pérdidas personales.
- Instrucciones para incendiar un edificio, un performance que explora el amor desde su ternura y brutalidad a través de la poesía, el teatro objeto y la danza.
- Jamón Serrano, una pieza escénica que reflexiona sobre el amor en la Ciudad de México, la nostalgia, el deseo, la gentrificación, las violencias políticas y la importancia de la pasión y el cariño en nuestra actualidad.
Estas tres obras están programadas para estrenarse en 2026, consolidando a Careaga como un creador prolífico y comprometido con la exploración de emociones, relaciones humanas y problemáticas sociales.
Entre la familia, la pérdida y los sueños
Más allá de su talento artístico, Alejandro Careaga se distingue por su profundo sentido familiar. En sus palabras y en su trabajo se refleja la cercanía con sus seres queridos, un vínculo que ha sido su ancla emocional en medio del movimiento constante de la vida en la ciudad.
Aunque ha atravesado momentos difíciles como la pérdida de un familiar cercano, una etapa gris que marcó profundamente su vida, esa experiencia no apagó su luz creativa. Al contrario, reforzó su deseo de crear, de transformar el dolor en impulso y de seguir honrando la memoria de los suyos a través del arte.
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El teatro como identidad
Hoy, Alejandro Careaga es una voz joven y necesaria dentro del teatro contemporáneo mexicano. Sus historias nacen desde lo personal, pero encuentran eco en quienes buscan comprenderse a través del arte. Con cada función, lleva un pedazo de Sinaloa al escenario y demuestra que los sueños, cuando se construyen con verdad, pueden florecer incluso en la gran ciudad.