Sinaloa
Sinaloa vive su año más seco en tres décadas: Conagua
MAZATLÁN.- Sinaloa vive si año más seco en las últimas tres décadas, con 11 de las 13 presas del estado en condiciones de estrés hídrico, ya que apenas registran un 7.4 por ciento de almacenamiento, advirtió la Comisión Nacional del Agua, Conagua.
De mantenerse una temporada de lluvias deficiente, el recurso hídrico disponible solo alcanzaría para abastecer a la población durante los próximos dos años.
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Ante este panorama, el gobernador Rubén Rocha Moya firmó una solicitud de declaratoria de emergencia, la cual será evaluada por la Coordinación Nacional de Protección Civil y el Servicio Meteorológico Nacional, quienes emitirán el dictamen correspondiente.
Ramón López Flores, director técnico del Organismo de Cuenca Pacífico Norte de la Conagua, señaló que, de aprobarse la declaratoria, se activarían apoyos y estrategias para optimizar el uso del agua disponible.
Entre ellas, las transferencias entre presas, aunque advirtió que la mayoría de los embalses ya se encuentran en condiciones críticas.
“De acuerdo con nuestras estadísticas, Sinaloa vive el año más seco en los últimos 30 años. El nivel actual de almacenamiento, que ronda el 7.4 por ciento, evidencia la gravedad del problema. El año pasado fue también crítico, pero cerramos con un 11 por ciento; hoy estamos por debajo de eso”.
Ramón López Flores
director técnico del Organismo de Cuenca Pacífico Norte de la Conagua
Picachos y Santa María, las dos única presas con agua
López Flores destacó que las únicas presas que no enfrentan una situación crítica son la Picachos, en Mazatlán, y la Santa María, en El Rosario, ambas con un nivel superior al 60 por ciento de su capacidad.
“Estas dos presas están en una condición distinta porque aún no se ha desarrollado por completo la superficie destinada al riego. En contraste, el resto de los distritos ya están trabajando al 100 por ciento”, indicó.
Adelantó que, en un par de semanas, se concluirá con el suministro para riego, y que el único compromiso pendiente será el abastecimiento para consumo humano.
Mencionó que ya no se contemplan más compromisos para uso agrícola; lo que resta del recurso será reservado exclusivamente para el uso público urbano.
El funcionario también reconoció que los ganaderos enfrentan una situación compleja por la falta de agua, pero reiteró que la prioridad es garantizar el abasto para la población.
“Los usuarios agrícolas y pecuarios ya utilizaron el volumen que tenían autorizado. Lo que sigue es proteger lo que queda para el consumo humano. Nuestra esperanza está en que la próxima temporada de lluvias permita una recuperación en las presas”, concluyó.