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Agua ‘chocolatosa’ en Mazatlán es por erosión en la cuenca: Conselva
Las lluvias trajeron agua al Río Presidio y cantidades de sediento que obligaron a la Jumapam a parar la Planta Potabilizadora Miravalles
MAZATLÁN.- El agua “chocolatosa” regresó a Mazatlán… pero para prevenir que esa agua, que tiene ese color turbio y grandes cantidades de sólidos, dañe los equipos, la Jumapam optó por parar por 48 horas la operación de la Planta Potabilizadora Miravalles.
De acuerdo con informes de la Junta Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Mazatlán, Jumapam, la turbidez del agua alcanzó un alarmante nivel de más de 700 NTU, poniendo en riesgo el funcionamiento del equipo de filtración.
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“Este escenario nos remonta a la crisis de 2021, cuando tras el paso de los huracanes Nora y Pamela, la alta carga de sedimento, que alcanzó hasta 500 gramos por metro cúbico, colapsó el sistema de potabilización”, señala Sandra Guido, directora ejecutiva de Conselva, Costas y Comunidades A.C.
Advirtió que este fenómeno es consecuencia de un proceso de erosión hídrica, el cual ocurre cuando fuertes lluvias impactan un suelo desnudo, sin vegetación, arrastrando sedimento corriente abajo.
“Nos hemos acostumbrado a ver los ríos con el agua café, pero eso no es normal. Eso significa que en la cuenca, el origen del agua, el suelo está degradado por efecto de la deforestación y la sequía”.
Sandra Guido
Directora ejecutiva de Conselva, Costas y Comunidades A.C.
Urge implementar un manejo sustentable de la cuenca: Sandra Guido
El sedimento arrastrado por las lluvias no solo hace ver el agua “chocolatosa” sino que también se acumula en el cauce del Río Presidio, disminuyendo su profundidad y aumentando el riesgo de inundaciones.
Y también repercute en la vida útil de la Presa Picachos, que carece de un mecanismo de desazolve, lo que provoca que el sedimento se deposite en el fondo, reduciendo su capacidad de almacenamiento.
La calidad del agua está comprometida, ya que según la Organización Mundial de la Salud la turbidez del agua para consumo humano no debe superar los 5 NTU y debe mantenerse por debajo de 1 NTU y en Mazatlán llegó a los 700 NTU.
Ante esta situación, Conselva hace un llamado urgente a implementar un manejo sustentable de la cuenca, que prevenga la deforestación y la degradación del suelo causada por actividades productivas, y promueva la conservación y restauración de la infraestructura verde.