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CIUDAD DE MÉXICO.- La Federación Mexicana de Futbol se encuentra en la mira de la Concacaf tras la reincidencia del polémico ‘Grito Prohibido’ durante el partido de la Selección Mexicana contra Honduras en la Vuelta de los Cuartos de Final de la Nations League.  

A pesar de las advertencias y el reglamento impuesto hace dos años, los aficionados continuaron con el grito homofóbico, generando preocupación sobre las posibles consecuencias para el equipo y la federación. 

El sonoro grito resonó en el Estadio Azteca, pero el árbitro del partido, Iván Barton, optó por ignorar el protocolo establecido por la Concacaf, que indica la interrupción temporal del juego en caso de reincidencia. El sonido local del Azteca intentó minimizar la situación con mensajes como ‘Vamos México’ o ‘Sí se puede’, pero no siempre lograron enganchar a los seguidores, quienes persistieron en el comportamiento sancionado. 

Según el periodista David Medrano, los oficiales de la Concacaf presentes en el encuentro contaron hasta seis ocasiones en las que se escuchó el grito, a pesar de los mensajes protocolarios que se mostraron en las pantallas del estadio, solicitando a los aficionados un comportamiento adecuado. 

La incertidumbre ahora rodea el tipo de sanción que enfrentará México. David Medrano señala que la sanción es inevitable, y la incógnita radica en si se limitará a una multa económica o si tendrá consecuencias a nivel deportivo.  

Las posibles medidas incluyen la reducción de puntos, jugar uno o más partidos a puerta cerrada como local, una derrota, la exclusión de una competencia o incluso el descenso de categoría. 

La FMF ahora espera la decisión oficial de la Concacaf, que podría tener un impacto significativo en el futuro inmediato del equipo mexicano en competiciones internacionales. 

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