Cultura
Te Deum Laudamus, un concierto en honor al Obispo de Mazatlán
El Obispo Mario Espinoza Contreras agradeció a los músicos, coro y presentes por honrarlo y seguir su trayectoria
MAZATLÁN.- Una celebración de oro fue lo que se vivió en el Teatro Ángela Peralta, que rindió homenaje a los 50 años de ordenación presbiteral del Obispo de Mazatlán, Mario Espinoza Contreras, con la Camerata y el Coro amenizando toda una fiesta.
Bajo la dirección de Sergio Freeman, la Camerata despertó a los presentes entre las melodías de grandes compositores de la música clásica, algunas de aliento dramático y otros piezas de capacidad interpretativa para estimular las emociones.
Entre las piezas estuvieron las Danzas Polovtsianas del Príncipe Igor, del compositor Aleksandr Porfírievich Borodín; el Concierto No. 2
para piano y orquesta de Tchaikovsky; el 4° Movimiento de la Novena Sinfonía de Beethoven, Intermezzo de la Cavallería rusticana de Pietro Mascagni y Las Bodas de Luis Alonso.
El Obispo nació en Tepic, Nayarit; obtuvo la Licenciatura en Teología Espiritual en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma y recibió su Ordenación Presbiteral en 1973; participó en la fundación del Seminario Menor en Mascota, Jalisco.
Es impulsor de Encuentros Nacionales Eclesiales en Mazatlán, de la planificación diocesana y de la sectorización de las Parroquias y Rectorías.
Ha ordenado 30 presbíteros y eregido 10 nuevas parroquias. Fue miembro de la Comisión Episcopal para el Pontificio Colegio Pio Latino Americano en Roma y ha sido integrante del Consejo Permanente de la Conferencia del Episcopado Mexicano.
“Empecé a documentarme sobre los espectáculos de este recinto… Mazatlán me recibió, desde que llegué, con mucho entusiasmo, estoy agradecido por la vida que me han brindado y agradezco tener la oportunidad de presenciar este tipo de eventos culturales, Mazatlán es un lugar de mucho arte”, dijo después del concierto.
Un pastel entró al escenario y fue colocado con una vela pirotécnica, al mismo tiempo que Las Mañanitas fueron interpretadas por el coro y la camerata para terminar con el público de pie y aplaudiendo en el homenaje.