Datos que seguramente desconocías del Paseo Olas Altas Mazatlán

MAZATLÁN. – Al hablar de Mazatlán es imposible no pensar en el Paseo de Olas Altas, uno de los sitios turísticos más bohemios y emblemáticos del puerto, que a pesar del paso de los años, aún conserva mucha de la historia de Mazatlán.

Su hermosa vista a la bahía de Mazatlán, los hermosos atardeceres de colores naranjas y morados son el complemento perfecto para dar un paseo y detenerse a contemplar el esplendor del océano pacífico. 

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 Y sí, seguro has caminado por Olas Altas miles de veces y más si eres local, pero ¿conoces su historia que hay detrás de su construcción y de lo que se encuentra a su alrededor?  

En Mazatlán, son pocas las calles que conservan hoy en día sus nombres originales: una es la calle Carnaval y la otra es Olas Altas, cuyo nombre se debe, por un lado; a las grandes olas que se generan en la bahía. 

De acuerdo con el cronista oficial de Mazatlán, Enrique Vega Ayala, lo primero que se sabe del Paseo Olas Altas es la construcción de un dique, en la década de 1830, para evitar las inundaciones, las cuales eran tan fuertes que atiborraban de arena la Plazuela Machado.  

¿Cuándo y por qué se construyó? Fue precisamente derivado de una inundación en 1856 que se ordenó su construcción, pero no fue hasta 1876 que inició la misma. Y se le llamó así porque era una zona que los mazatlecos frecuentaban para dar paseos y porque en el lugar hay muy buenas olas, motivo que también hace que sean frecuentadas por surfistas.

Sus hoteles  

Un ícono de este corredor y, en particular de Olas Altas es: el Hotel Belmar, este hotel conocido como el hotel de las estrellas tuvo mucho auge entre los años 30´s y 70s. Fue construido en 1922 por el inglés Louis Bradbury, que era un rico empresario minero que explotaba las Minas del Tajo en El Rosario, Sinaloa, hoy Pueblo Mágico. 

En Olas Altas hay otro hotel más que igual es ícono en la historia: Hotel Freeman, construido en 1949 por su propio dueño, el arquitecto de origen alemán, Guillermo Freeman, que en su momento fue el edificio más alto del noroeste de México, con 14 pisos, y su modernidad llegó a contrastar con los edificios históricos de la época. Este contaba con elevador, mismo se sigue conservando.  

Sus monumentos  

El Paseo de Olas Altas tiene una longitud de 550 metros y mientras avanzas podrás observar muchos monumentos como El Venadito, que se encuentra entre el paseo o glorieta denominada Paseo Olas Altas y el Malecón de Mazatlán. Es muy importante para la ciudad ya que representa a Mazatlán y a los indios que habitaron estas tierras en tiempos pasados. Incluso el nombre de la ciudad está relacionado con esta bella escultura, ya que en la lengua indígena nahuatl, Mazatl significa venado, lugar o tierra de venados.  

Más adelante podemos encontrar los escudos de Sinaloa y de Mazatlán, y para culminar el recorrido con broche de oro, la imagen esculpida en bronce del cantante y actor mexicano Pedro Infante montado en una motocicleta.  

Su escuela y su paso con la Revolución 

El edificio de la escuela primaria Josefa Ortiz de Domínguez, una de las más emblemáticas de Mazatlán fue la cuna de la Revolución Mexicana en Sinaloa. ¿Por qué? Ahí se gestó la campaña de José Ferrel como candidato a la gubernatura del estado en 1909 cuando murió Francisco Cañedo que había sido que había sido propietario del terreno.  

La campaña dejó una huella muy importante porque fue el inicio de los grupos que en 1910 apoyarían la candidatura antirreeleccionista de Francisco I. Madero.  

La casa de Amado Nervo

El archivo histórico de Mazatlán indica que el poeta Amado Nervo, vivió en una casa de madera de Olas Altas, en 1901.