Mazatlán es un paraíso para canadienses y estadounidenses

MAZATLÁN. – Mazatlán es uno de los destinos más buscados por los turistas, sus hermosos paisajes, playas, atractivos turísticos y su rica gastronomía son algunas de las cosas que lo caracterizan; pero también se ha convertido en uno de los destinos favoritos de extranjeros que buscan un lugar para vivir una vez que se jubilan.

De acuerdo con Astrid Macías Fregoso, titular del Centro de Atención y Protección al Turista, CAPTA, en Mazatlán existe una comunidad entre 10 mil y 12 mil extranjeros que normalmente pasan la temporada de invierno y regresan a sus países de origen al iniciar la primavera.  

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Esta comunidad está conformada en su mayoría por estadounidenses y canadienses que, pasado un tiempo, terminan adquiriendo una residencia en el puerto, situación que los convierte en una población que debe ser cuidada y respetada de igual forma que los locales.  

¿Por qué eligen Mazatlán?  

Alrededor de México existen cientos de destinos de sol y playa. Todos son hermosos, de eso no hay duda, pero Mazatlán es uno de los pocos sitios que cuenta con un programa para la protección de sus turistas, en este caso, de la protección de su comunidad extranjera.  

La titular de CAPTA señaló que su departamento se encarga de proporcionar herramientas, servicios y asesoría, oportunidades que otros puertos no ofrecen.  

“La comunidad que vive aquí en la ciudad son grandes embajadores de lo que viven ellos aquí porque ellos eligen Mazatlán por que en otros destinos de sol y playa no existe la ayuda y el apoyo que aquí se brinda, que se sientan cómodos con todo lo que representa esta ciudad”.  

Macías Fregoso indicó que son estos 12 mil extranjeros, quienes reactivan el turismo y la economía del puerto residen únicamente en la temporada de invierno, aunque ya es más frecuente que los hijos/familiares de estos se hospeden todo el año.  

Los beneficios para el puerto  

Para la funcionaria municipal el contar con una comunidad extranjera tan grande, abre las puertas a empresarios que buscan invertir en el puerto, debido a que estos les proporcionan tranquilidad de que en Mazatlán cuidan a sus turistas, provocando que sean ellos mismos el portavoz para promocionar el destino.