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CIUDAD DE MÉXICO.- La inflación volvió a apretar el paso en noviembre y sorprendió al alza justo una semana antes del último recorte de tasa que Banxico tiene previsto para este año. El INEGI reportó que los precios al consumidor subieron 3.80% anual, por encima del 3.70% esperado y del 3.57% registrado en octubre.

La subyacente, la que refleja mejor la tendencia, también se aceleró y llegó a 4.43%, todavía lejos de la meta de 3% que el banco central busca mantener, con un margen de un punto.

¿Qué subió más? Electricidad, transporte público, tomates y alimentos en comedores y taquerías. ¿Qué bajó? El vino de mesa, el aguacate, las papas y algunos destilados como el ron.

Aun con este repunte, el mercado espera que Banxico recorte la tasa en 25 puntos base el 18 de diciembre, para cerrar 2025 en 7.0%. Pero las señales dentro del propio banco apuntan a que después vendría una pausa en febrero de 2026.

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Las minutas más recientes reconocen que el débil crecimiento económico podría ayudar a moderar los precios. De hecho, Banxico redujo a la mitad su expectativa de crecimiento para 2025, dejándola en apenas 0.3%.

Aunque algunos integrantes de la Junta creen que la inflación general podría alcanzar la meta hacia el tercer trimestre del próximo año, la subyacente sigue terca y arriba del rango objetivo. El subgobernador Jonathan Heath incluso admitió que Banxico enfrenta una crisis de credibilidad por no haber domado la inflación, su principal mandato.

El cierre del año pinta complicado, y el 2026 podría venir con más retos para la política monetaria.

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