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Pescadores de Playa Norte enfrentan temporada crítica: ‘El mar ya no da’
Pescadores de Playa Norte tiene capturas mínimas, apenas para la comida del día; esperan que el frío traiga pargo, curvina y sierra
MAZATLÁN.- Pescadores de Playa Norte, uno de sitios de pesca más antiguos y representativos de Mazatlán, atraviesan una de sus peores etapas.
Lo que antes era sinónimo de abundancia hoy se traduce en incertidumbre, con capturas que difícilmente alcanzan para sostener a las familias que dependen del mar.
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Carlos Torres, pescador de toda la vida, explicó que en estas semanas apenas logran sacar seis o siete kilos de cochito, una cantidad muy por debajo de lo necesario.
El panorama es aún más desalentador en especies de mayor valor como el pargo, que prácticamente no aparece en las redes.
Según relata, las corrientes y el calor del agua han jugado en contra.
“A veces la corriente trae pescado y a veces nada, con el calor del agua, las especies se alejan. Esperamos que en el tiempo de frío se acerquen la baqueta, la curvina, la sierra y el pargo. El año pasado no hubo nada; ojalá ahora sí tengamos más suerte”, dijo.
El problema no solo es la escasez en el mar, también la seguridad, pues cuando se presentan lluvias intensas o mal tiempo, muchos prefieren no arriesgar su vida y deciden quedarse en tierra, lo que reduce aún más sus ingresos.
La situación se refleja en las ventas: durante toda la jornada del martes, desde las cinco de la mañana hasta el mediodía, Carlos apenas pudo vender dos kilos de pescado. Una cifra que muestra la magnitud de la crisis.
A la incertidumbre en las capturas se suma la falta de apoyos institucionales. Los pescadores señalan que en temporadas críticas no reciben respaldo suficiente para sostener su actividad ni para garantizar la alimentación de sus familias.
Con la mirada puesta en los próximos meses, la esperanza está en la llegada del frío, que suele traer especies más diversas y con mejor valor en el mercado.
Mientras tanto, en Playa Norte se vive al día, con la fe en que el mar vuelva a dar lo suficiente para que la tradición pesquera siga latiendo en el corazón de Mazatlán.