Cierra Papa León XIV Jubileo de las Familias  

EL VATICANO.- Las familias generan el futuro de los pueblos, en la familia, la fe se transmite como el pan en la mesa y los afectos del corazón, expresó el Papa León XIV durante la homilía de la misa dominical, en la que se cerró el Jubileo de las Familias. 

Antes de entrar a la Basílica, desde el Papa Móvil, el Papa saludó a la multitud que se congregó en la Plaza de San Pedro, que rodea la Basílica de San Pedro, integrada por unos 45 mil niños, adolescentes, jóvenes, adultos y adultos mayores. 

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Con esta ceremonia, el Papa León XIV cierra el Jubileo de las Familias y celebra la solemnidad de la Ascensión del Señor y 59 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. 

A las familias, el Papa les confió el mandato del Evangelio del día: vivir una «unión universal» que refleje el amor mismo de Dios. 

«Todos hemos recibido la vida antes de quererla», recordó, «especialmente los más pequeños necesitan de los demás para vivir, porque nadie puede hacerlo solo, vivimos gracias a una relación, es decir, a un vínculo libre y liberador de humanidad y cuidado mutuo». 

Respecto del Evangelio de San Juan, en el que Jesús pide, en la Última Cena, que todos seamos uno, dijo, no se trata de una fusión impersonal, sino de una comunión viva que nace del amor con que Dios ama: un amor que une sin aplastar, que salva sin imponer, que construye comunidad sin borrar la diferencia. 

Ese amor divino, aseguró León XIV, es más fuerte que cualquier herida, incluso las provocadas cuando la libertad se invoca para quitar vida o dividir. 

En este contexto, el Papa hizo un llamado urgente a redescubrir la vocación de la familia como santuario del amor fiel y fecundo.  

A los esposos, el Papa les pidió ser ejemplo de coherencia para sus hijos; a los niños, gratitud hacia quienes les dieron la vida; y a los abuelos y ancianos, una vigilia amorosa llena de sabiduría.  

«En la familia, la fe se transmite como el pan en la mesa y los afectos del corazón», dijo. 

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