La disminución del hábitat es una señal de alerta para los seres vivos

MAZATLÁN. – El constante cambio en el hábitat y el incremento desordenado de construcciones y desarrollos son los principales problemas que enfrenta Mazatlán, según Raquel Briseño, directora de la Red de Tortugueros en Sinaloa. Una evidencia de esto, agregó, es la disminución de la extensión de playa en la ciudad. 

Briseño señaló que la llegada de tortugas marinas es un indicador de la limitada disponibilidad de espacios en Mazatlán. Con menos área de playa, menos tortugas eligen la zona del malecón para depositar sus huevos. 

«Estamos poniendo en peligro la determinación de las tortugas y la inversión que han hecho al invadir espacios que debieron haber permanecido libres. Esto afecta el flujo natural de la arena y eso ocasiona que la operadora necesariamente haga traslado de especies «, declaró. 

Raquel Briseño
Directora de la Red de Tortugueros en Sinaloa

La investigadora de la UNAM destacó que la preocupación no se limita solo al reducido espacio para el anidamiento de tortugas, sino también a la escasa área de recreación para turistas y residentes en un entorno natural como la playa, un componente indispensable y la carta de presentación para los visitantes. 

«No entendemos esto hasta que ocurre un fenómeno como Otis, que nos demuestra que somos más vulnerables y no estamos preparados para contrarrestar un impacto de esa naturaleza. Las tortugas nos envían señales, pero no las estamos haciendo caso, ya que están perdiendo lugares para anidar, y nosotros también estamos perdiendo playas para disfrutar», expresó. 

Asociaciones, campamentos tortugueros e incluso dependencias gubernamentales como la Operadora y Administradora de Playas «nadan contra corriente” con el espacio y limpieza de la playa, afirmó Briseño.  

A pesar de estos obstáculos, Mazatlán es uno de los municipios de Sinaloa con mayor recolección de huevos de tortuga marina y también destaca por liberar un elevado número de crías, gracias a los esfuerzos de concientización realizados en la región. 

Para ella, estas especies marinas son claros indicadores del cambio climático y de las alteraciones en el hábitat, subrayando así la importancia de que los campamentos y la sociedad en general estén conscientes de su entorno, y de que las autoridades no minimicen la relevancia del tema.