Internacional
‘No podemos resignarnos a ver a seres humanos como mercancía’: Papa Francisco
Clausura el Sumo Pontífice los Encuentros del Mediterráneo con una misa en Marsella, Francia, a la que acudieron 60 mil personas
MARSELLA.- El Papa Francisco lamentó l terrible falta de humanidad que se está viviendo en Lampedusa, isla italiana a la que están acudiendo en busca de refugio miles de africanos que huyen de la pobreza, de los desastres naturales de los últimos días y son coptados por quienes les venden la idea de la felicidad.
En unos pocos días unas 10 mil personas se hacinaron en Lampedusa, en un centro de acogida que tiene capacidad para atender a 400 personas.
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«No podemos resignarnos a ver seres humanos tratados como mercancía de cambio, aprisionados y torturados de manera atroz, ni seguir presenciando los dramas de los naufragios, provocados por contrabandos repugnantes y por el fanatismo de la indiferencia».
Papa Francisco
Ello, durante la misa en la que se clausuró el Encuentro el Mediterráneo, en la que se dieron cita unas 60 mil personas. Dicho encuentro reunió a 60 obispos con jóvenes de países de la cuenca mediterránea.
Antes, en el avión en el que se trasladaba del Vaticano a Marsella, el Papa Francisco habló con los reporteros que siempre lo acompañan sobre los migrantes latinoamericanos, recordando que en una de las misas que celebró en la frontera entre México y Estados Unidos había zapatos que había perdido los migrantes durante la travesía.
Elogió la labor del obispo Mark Seitz, de El Paso, Texas, de quien dijo que es un genio.
“Espero tener la valentía de decir todo lo que quiero decir”, respondió el Papa Francisco a los periodistas sobre la importancia de su visita a Marsella.
El Papa se conmovió al ver la fotografía de un niño pequeño llegado a Lampedusa y afirmó: “Los mantienen vivos en los campos de concentración y luego los tiran al agua”.
Ya en la multitudinaria misa, a la que acudió Emmanuel Macron, Presidente de Francia, recordó a aquellos que no sobrevivieron, que no fueron salvados y que estaban ahogados en el miedo.
Pidió sensibilidad ante la tragedia de los que, huyendo de los conflictos, la pobreza y las catástrofes naturales, se lanzan a la mortal ruta del Mediterráneo, mar que se ha convertido en un enorme cementerio.
Dato
En los Encuentros del Mediterráneos participaron 60 obispos y jóvenes de países de la cuenca mediterránea.