Si lo tuyo no es la playa, vete al río Presidio

MAZATLÁN.- Si lo tuyo no es el mar, la arena y la sal, vete a lo rural, abre tus horizontes y date una vuelta al río Presidio, en Villa Unión, y disfruta de lo refrescante que está el agua dulce y de lo tranquilo que puedes estar sin que te revuelquen las olas.  

Aquí amamos el mar, pero, si de diversificar nuestra diversión se trata, tienes varios kilómetros de río en Villa Unión que te esperan y que puedes estar todo el día sin la preocupación de que la marea suba, en donde los menores pueden estar tranquilos y la corriente es muy ligera a comparación del mar.  

Las familias de Villa Unión acostumbran a visitar las orillas del río Presidio, pero no es visitar por visitar, hacen todo un ritual para pasar la tarde; cargan con todo, sillas, mesas, hamacas, casas de campaña, carpas y hasta con el perro, la mayoría tiene camionetas y abren la caja de atrás para usarlo como barra de preparación.  

Muchos van más allá de un ceviche de sierra, ellos prefieren de camarón, desde cero, pelar ahí mismo el camarón, picarlo, vaciarle la verdura y todo lo que lleva; otros prefieren que la carne asada o el pollo asado, los valientes la preparan ahí mismo, otros, los más prácticos, compran la comida ya hecha y sin perder el tiempo se meten al río.  

“Ni fría ni caliente”, se escucha a una señora decir, mientras le preguntan cómo está el agua. Como recién llovió, el agua está limpia, casi cristalina, especial para remojar por lo menos los pies.  

Son las niñas y los niños, los que más disfrutan del río Presidio, hacen competencias del mejor salto, cargan con piedras para hacer un pilar y aventarse, otros prefieren arrojarse desde una loma por debajo del puente, sí, ese por el que llegas a Villa Unión y por el que pasan tráileres y autobuses, ir al río, es de valientes. 

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Ir al río Presidio, toda una tradición para las familias 

La ida al río Presidio es una tradición de antaño por los que habitan la sindicatura y sus alrededores, sobre todo, en estas temporadas de verano, en donde las temperaturas son altas y muchos prefieren el aire libre que estar encerrados en sus casas en el aire acondicionado.  

Por su cercanía, no hacen ni dos minutos para llegar, lo tienen cerca e incluso conviven con vacas, que aprovechan el pasto para alimentarse, con aves y por ahí dicen que uno debe tener cuidado, pues algunos caimanes han salido a la superficie.