Familia Núñez recuerda con cariño a su mamá Otilia en el panteón

MAZATLÁN. – La silla está vacía, por primera vez en 70 años la casa está en silencio. En la cocina no chillan los sartenes y en la radio no se escucha nada. Es la primera vez que la familia Núñez pasa un 10 de mayo en el panteón.

Hace poco más de dos meses, la cabeza y corazón de la familia, Otilia Rodríguez Polanco, falleció, y aunque su muerte fue natural y sin dolor, dejó un gran vacío en sus hijos, nietos y bisnietos, quienes se enfrentan al gran reto de “la primera vez”.

Si, esa sensación abrumadora que los seres humanos deben pasar después de que algo se termina y al no estar acostumbrados, los recuerdos de lo fue una vez se vuelven más fuertes y dolorosos.

Acostumbrados a celebrar en grande con deliciosa comida, música y alegría. Mireya, Guadalupe, Yaneli, Elvia, Lulú, Agustín, Raúl, Roberto y Julio celebran a su gran madre llevando rosas rojas, sus favoritas, hasta su tumba.

El estar ahí por primera vez los vuelve muy sensibles y entre lágrimas recuerdan las grandes historias que en vida pasaron con su madre y esos buenos momentos, cuando ella, compartía su casa con ellos.

Como por ejemplo, cuando se las ingeniaba para alimentar a todos sus hijos o cuando hacía hasta lo imposible para cuidar de ellos y que no les faltara nada.

La memoria y el dolor

Mireya Núñez sostiene que este Día de la Madre es especialmente difícil para ella, es la primera vez que no abraza a su madre para felicitarla en su día.

Y confiesa que pese a que ella y todos sus hermanos pasan de los 50 años, cuando se trata de “mamá” no existe la edad y el dolor se siente igual que si fueses un niño pequeño tratando de entender el por qué ya no está aquí.

“Paloma Azul”, una de las canciones que era infaltable en un festejo del 10 de mayo comenzó a sonar, esa pieza musical era la favorita de su mamá, lo que provocó que algunas lágrimas rodaran sobre sus mejillas.

Es un día diferente, sí, pero el cariño y admiración por Otilia seguirá por siempre.

Visitan a sus madres

Desde el fin de semana pasado familias visitaron a sus difuntas en los panteones, pero hoy en especial cientos de personas se dieron cita desde muy temprano para llevar ofrendas, flores y veladoras a todas aquellas madres que se adelantaron en el camino.

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