Maleconeando

Hugo Gómez, el periodista y poeta que le escribe a El Rosario

Ganó en la Feria de la Primavera con su poema “El Rosario de Lola”, sin embargo, sus años de trayectoria le han dejado más de algún fruto en el ámbito

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MAZATLÁN. – Sus más de 12 años de trayectoria como periodista le dieron el poder y la sabiduría para escribir poesía de su tierra y su gente, por ello Hugo Gómez Lizárraga recibió el premio de Poeta Laureado durante la Feria de Primavera 2022 en Rosario.  

Fue con el poema “El Rosario de Lola” con el que Hugo se llevó el máximo reconocimiento municipal, sin embargo, es bien sabido que, su amor por el lugar que lo vio crecer, le ha dado las herramientas para voltear a sus calles, observar a sus vecinas e inspirarse.  

“Me facilita escribirle a Rosario, el amor que siento y que se traduce en un sentido de pertenencia”, comentó.  

No es la primera vez que recibe un premio como poeta, en 2017 ganó por el poema “Mujer Rosarense” y en otra edición más, ganó con un poema que reflejaba la riqueza material e inmaterial que tiene El Rosario, como lo son las tradiciones y su arquitectura.  

“Este premio y esta edición en particular es una motivación, tras unos meses complicados de salud, aquí estos, es una autoafirmación de que puedo, pero debo seguir trabajándolo”, comentó.  

Hugo Gómez ha colaborado para Periódico Noroeste siendo corresponsal de este Pueblo Mágico, mostrando la crudeza, las necesidades, pero también la nobleza, la sensibilidad y las tradiciones y festividades que caracterizan al lugar. 

Su fragmento, dicen quienes lo han leído, muestra su expresión de agradecimiento a Dios, a su familia y amigos, por ello, aquí te lo traemos: 

El Rosario de Lola  

Como un eco que no conoce fin, aún resuena tu voz, preciosa ave, por las calles chuecas y callejones de tu tierra. 

Entre los monumentos que dan brillo a esta ciudad que una vez fue llamada asilo, sigue resonando tu canto. 

Tu voz, devota melodía hecha memoria, retumba en el santuario de este pueblo mágico, hogar de tu muy amada madre, la del cielo, Nuestra Señora del Rosario. 

Tu homenaje esculpido, efigie que perpetúa tu dotes y talento, y que en vida fue hecha, es un recuerdo que, de aquí, de este terruño, es La Paloma de México. 

Tan rosarense y orgullosa que aún después de la vida, tu mortal cuerpo sigue abrazado por tu tierra, donde sigues germinando. 

Tus místicas manos echaste al vuelo en toda presentación del vernáculo género, mismas que al compás de tu voz embelesaron a tantos. 

No sólo trajiste gloria a tu pueblo en tu inigualable virtud, pues lo presumiste evidenciando orgullo en toda oportunidad, el estrado de Bellas Artes, del Olympia de París, una canción o cualquier reunión. 

Has dejado este plano, pero tu música es huella que sigue indeleble pese a los embates del tiempo y ritmos que han llegado con la modernidad. 

Tan virtuosa de voz y noble de espíritu, te coronaron con un gran número de apelativos, Reina de la Canción Ranchera, Hija de la Patria, Máxima Exponente de la Música Ranchera, principalmente. 

Aunque tu nombre de pila fue María Lucila, en letras de oro quedaron grabadas en la cantera de tu pueblo y nación como Lola la Grande. 

Nunca mueres paloma, pues perpetuaste tu esencia en chicos y grandes, además de la magia de tu amado pueblo, El Rosario. 

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