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MAZATLÁN.- Si creíste que ser motociclista era encasillarte en un solo género musical, estás equivocado, hay mucho seguidor de todos y de ninguno, constatándose de ello en la plaza de la Semana Internacional de la Moto, en donde brincaron del regional al rock.

La segunda noche de esta reunión de motociclistas tuvo en el escenario a Mi Banda el Mexicano, de Casimiro Zamudio, que sin duda, logró “prender” a los asistentes con “Feliz, Feliz”, “Quien piensa en ti” y su más coreada, “Ramito de violetas”.

Quien hizo brincar a todos al ritmo del rock, fue Víctimas del Doctor Cerebro, que inició con fuego y pirotecnia, trayendo este género dentro de la Capirotada Night y logrando que a los extremos se realizará el ya conocido slam. Ellos tocaron “El esqueleto”, “Víctimas” y muchas otras.

Sin embargo, Los Cadetes de Linares fueron el cierre que sorprendió desde lo más cercano del escenario hasta la última Moto estacionada dentro de la sede, incluso, aunque sabían que tocarían al final, no perdieron oportunidad de estar ahí, con botas y sombrero.

Vestimentas que sobresalían de los chalecos y chamarras de cuero, de los paliacates en la cabeza y el color negro hasta en los labios de algunas mujeres, de eso iba la fusión de sonidos y géneros, indicando que para todos los gustos hay y que la fiesta de la moto regresó, después de la pandemia, más fuerte que nunca.

Entonaron canciones de éxito como “los dos amigos”, “no hay novedad”, así como otras que el público cantó hasta que se cansó, dejando ver que no importaba el género musical, siempre y cuando sea para disfrutar.

El ambiente en la plaza fue familiar, niños y niñas en los hombres de la familia, algunos corriendo y jugando en espacios amplios y con menos gente, reencuentros entre moto clubs que amerizaban la foto del recuerdo.

Zonas de comida en donde todas las mesas estaban ocupadas, familias completas o con amigos, haciendo fila incluso, de las brochetas al carbón, aquellas que solo encuentras en esta temporada.

La gente entró y salió con facilidad, todos en caravana y si alguno se quedaba atrás, lo esperaban y recorrer Mazatlán juntos o las amenidades de la plaza.

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